Deja te comparto un poco de mi historia para que conozcas cómo es que fui construyendo esta metodología:

Desde que cursé la Universidad tuve la fortuna de contar con maestros orientados al emprendimiento, pues la mayoría de trabajos finales eran retos en los cuales debíamos construir una “empresa ficticia” y desarrollar productos que ya existían en el mercado pero con una innovación, es decir, algo que no existiera, con ello tuve la oportunidad de presentar varios trabajo en ferias escolares las cuáles son un impulso y una verdadera motivación como alumno para seguir adelante con el perfil de egreso. Con estos retos descubrí que el trabajo en equipo es mejor, el desarrollo de habilidades de liderazgo mejoran indudablemente, con la división de las tareas era más fácil la entrega de los avances más las asesorías que recibía de los profesores fue una gran experiencia dentro de la carrera profesional.

También debo mencionar que conseguí mi primer trabajo formal desde el segundo semestre y en mi mente de estudiante pensé que solo con solicitar empleo me lo darían (obviamente no fue así), pero a través del tiempo lo que hizo que me aceptaran fué el seguimiento y el interés por ingresar.

Este primer trabajo que te cuento era un despacho de consultoría que en la actualidad sigue vigente como una de las firmas más importantes de México en la proporción de servicios de capacitación y consultoría, lo cuál representa para mi un gran orgullo el hablar de ellos cuando tengo la oportunidad.

Este despacho me abrió muchas puertas pues mis jefes me dieron la oportunidad de colaborar con las empresas para aplicar diagnósticos, entrevistas, desarrollar manuales de procedimientos entre otras cosas, con lo cual conseguí mejorar mis habilidades de negociación, comunicarme de forma asertiva con mi entorno, diseñar, desarrollar y elaborar planes estratégicos que debían presentarse a los clientes, directores y socios comerciales, entre otras soluciones que implica la gestión de empresas, en este despacho duré 7 años los cuáles fueron la base de la pirámide para el crecimiento sostenido de mi carrera.

En el 2007 inició mi propio camino como profesionista independiente brindando capacitaciones y servicios de consultoría tanto en empresas privadas como de gobierno y descubrí que el cuidar la calidad de los servicios y cumplir la promesa de venta son pilares fundamentales para que un cliente te recomiende, gracias a estos dos aspectos es que pudé formar rápidamente de una cartera de clientes que iba en crecimiento por lo que en el 2009 decidí invitar a más colegas a colaborar para atender a mis clientes cómo se debía, sin embargo, no tuve la precaución de guiar al equipo correctamente por lo que la estandarización de los servicios no era tan buena, así que dos años después decidimos deshacer la empresa y evitar más pérdidas y problemas. Justo con esa fisura fué que decidí que no me volvería a pasar un desastre como ese, la mala administración, la falta de control y sobre todo la poca o nula estandarización de mis servicios hizo que lo que había logrado en tan poco tiempo se cayera de una forma súbita.

Esta etapa de mi vida la llamo decepción total, pues el sentimiento de pérdida es tan grande que no tenía ganas de volver a empezar, pues tenía deudas, una empresa por disolver, amigos que ya no eran mis amigos, problemas en la casa y hasta con el que me rentaba, así que comencé a vender el equipo de oficina para recuperar un poco de dinero y para liquidar totalmente mis deudas vendi mi auto, si, ese primer auto salido de agencia nuevecito que pagué en menos de un año a pesar de que mucha gente incluyendo mi familia me decía que no lo podría pagar, tengo que confesarte que me tomó al menos tres meses recuperarme emocional, psicológica y físicamente y para volver a recuperar fuerzas y ánimos me dediqué a buscar trabajo la verdad no quería saber nada de hacer una nueva empresa así que me acerqué a una sola Universidad de prestigio a nivel nacional e internacional y en la primera entrevista me abrió sus puertas, ese momento de mi vida lo llamo reconciliación conmigo misma.

Ese momento sigue en mi cabeza y lo tengo muy atesorado en mi corazón pues en menos de 2 horas había encontrado trabajo en un Parque Tecnológico como Asesora de Desarrollo de Planes de Negocio y para ponerle una cereza en el pastel mis “clientes” por decirlo de alguna manera serían alumnos que tenían como requisito para graduarse abrir una empresa, así que me reflejé, conecté y mi pila se llenó y sobrepasó el 100%

Desde ese momento y hasta la fecha no he parado en contribuir a mejorar y a consolidar ideas de negocio pues creo firmemente en que lo único que se necesita es una metodología concreta y fácil de aplicar para lograr lo que uno se propone.

Antes de continuar te dejo lo que para mí significa tener una metodología esperando que puedas coincidir con mi propuesta: todo emprendedor tiene un sueño, sea cual sea este, por ejemplo, ser el mejor de su categoría, llevar sus productos al extranjero, venderle a gobierno o cualquier otro, sin embargo, la mayoría de ocasiones deja de lado sus técnicas y solo se enfoca en la meta, esto provoca que no se fije en sus técnicas o en sus avances por lo que alejarse de su sueño lo desgasta de una manera que a través del tiempo va perdiendo interés tanto en su negocio como en su entorno, como familia o vida social. Por esto,  mi propuesta se basa en proporcionar una metodología sencilla, práctica y fácil de aplicar para que sigas los pasos y transformes tu negocio actual en un negocio sano basado en tres ejes principales sin que tengas que ser un experto: administración y finanzas, ventas y manejo de redes sociales.

Te dejo algunas situaciones que han reforzado el planteamiento de mi metodología: 

Un empresario o emprendedor que ya tiene tiempo con su negocio en el mercado, pasa por varias fases las cuales algunas son positivas y otras no tanto, vamos a ver con cuál te identificas:

• Estabilidad y confort: etapa en la que estás en tu zona de confort, sin complicaciones y de alguna manera estás cómodo. Sabes que puedes tomar una oportunidad o tal vez es el momento de iniciar algo nuevo, sin embargo  lo desconocido te da miedo y prefieres ignorar esos pensamientos y seguir en esta fase de confort y estabilidad.
• Llamado a la acción: es la fase en la que la estabilidad y el confort ya no son lo tuyo y quieres incursionar en algo nuevo, tal vez el desarrollo de un nuevo producto o servicio o tal vez atacar a un nuevo mercado o cualquier otro evento que te implique salir de la fase anterior, lo que no sabes es que dar este paso implica pasar por varias pruebas como cambios internos, nuevos procesos, nuevas negociaciones y retos y eso no lo habías considerado en tu calendario pero te arriesgaste y ahora estás en una situación en la que te arrepientes de haber tomado esa decisión.
• Búsqueda de ayuda: de entrada buscas apoyo en un amigo, conocido o familiar para que te apoye en la gestión y crecimiento de tu negocio, lo que no sabes es que esa persona no tiene el perfil que realmente necesitas, tus mismos intereses, la misma filosofía que tu negocio por lo que el conflicto no tarda en llegar, no puedes conciliar el sueño, pero tu convicción es más fuerte que tus problemas por lo que te resistes a caer. 
• Crecimiento y aprendizaje: es el momento de demostrar de qué estás hecho así que te armas de valor, recuerdas tus sueños y encuentras un nuevo propósito de vida, pues pese a las adversidades sigues de pie y tu empresa logra su cometido poco a poco, así que los problemas en casa se van estabilizando, tienes cada vez más éxito con tus clientes y hasta te atreves a hacer nuevas negociaciones con tus proveedores.
• Recompensa: logras y vives tu sueño , tienes un sentido de bienestar y tu sentido de pertenencia a la empresa ahora es más fuerte, reconoces tus esfuerzos y hasta tienes nuevas ideas que harán revolucionar tu negocio.

Basándome en lo anterior y esperando que coincidamos con ello, es que desarrollé esta metodología la cual te va a permitir a administrar mejor tu negocio sin que seas un experto, puedes:

• Potenciar tu negocio al nivel que deseas 

• Convertir los desafíos en oportunidades

• Empoderar tu negocio con conocimientos prácticos y estrategias innovadoras

Todo esto para que un negocio se mantenga a flote en el mercado y sobre todo sea permanente en el tiempo.